Monday, February 13, 2017

Cajas de Cartón Capítulo 12: Peregrinos Inmóviles

Perspectiva de Mamá

El nombre, La Migra, ya no se sentía como algo de miedo pero algo regular. Todavía me daba miedo cuando oigo alguien gritar La Migra. Me pone de nervios y apurada por mis hijos que están en la escuela. Siempre tengo que tener mi carta verde en caso de que piden por identificación. Ya ni me siento segura ya que mis hijos y familia enfrentan la misma situación. Nunca voy a saber cuando voy a oír alguien gritar La Migra or si unos de mis hijos hayan sidos llevados por La Migra durante la escuela.

Cajas de Cartón Capítulo 11: Tener y Retener

Perspectiva de Mamá
Cuando supe del colección de Francisco, estaba muy orgullosa para él  porque tenía algo más que la familia. En el rato en donde Rorra pedía por un penny Francisco le dijo que no y últimamente Rorra le robo sus pennies para comprarse chicle. Ya se que no estaba bien eso, pero nunca supe que los pennies que tenía Rorra eran los de Francisco. En cuando Roberto no trajo gasolino para la estufa y comal, pero otra cosa, me apure y pensé en una cosa mala de que puede pasar. En un rato, la cortina en la cocina arriba de la estufa se encendió y llame a mi viejo y mande a todos mis hijos para fueron. En ese momento me sentí muy apurarda.

Cajas de Cartón Capítulo 9: Cajas de Cartón

Perspectiva de Mamá

Otra vez nos mudamos a otro lugar desde Santa Maria. Mientras mi viejo compraba un coche nuevo, empaque toda las cosas que pertenecían a nosotros y la pusimos en cajas de cartón.
Mi olla era las cosa más importante porque la compre en una tienda segunda en Santa Maria. En llegar a la casa del señor Sullivan me dirige hacia la casa solita y asegurando que tuviéramos trabajo. Mientras di de comer a mis hijos menores, mis hijos mayores ayudaron mi viejo sacar cosas del coche hacia dentro del garaje. Cuando regresó Francisco de la escuela, no se veía muy feliz porque vio cajas de cartón empacadas.


Cajas de Cartón Capítulo 8: El Costal de Algodón

Perspectiva de Mamá

Al finales de octubre, fuimos a Corcoran de Fresno y tuve un costal para poner mi algodón pero parecía en un vestido. Cada vez cuando regresabamos a Corcoran sentía algo nuevo pero también algo mismo. Todavía conocía tortillas pero no era para los trabajadores como la otra vez. Esta vez vi que a Francisco tenía su propia costal y podía pizcar con nosotros porque Trampita cuidaba a Rorra, la nueva hermana. Miraba que Francisco me ayudaba con mi sección antes de empezar su propia.

Cajas de Cartón Capítulo 7: Muerte Perdonada

Perspectiva de Mamá
Durante este tiempo, en cuando mi viejo no se sentía bien, Francisco tuvo un perrico que no le gustaba a mi viejo. Mientras gritaba y chiflaba el perrico cuando tomo las medicinas mi viejo, vi los ojos de Francisco muy feliz. Eso era cuando supi que Francisco le gustaba el perrico y tenía un amigo. La única cosa que me sorprendió de mi viejo, fue que un dia no pudo contener su dolor de cabeza y attacco al perrico. En ese instante, no supe quien era mi viejo que attacco al perico de mi hijo y nos gritó a todos. En ese momento senti mi corazon destrozado en miles de pedazos.


Cajas de Cartón Capítulo 6: El Aguinaldo

Perspectiva de Mamá 
En días cuando llovía tanto, ninguno de nosotros podíamos trabajar y a veces fuimos al pueblo en nuestra Carcachita a buscar comida. Con la comida, simplemente corte la parte mala y con la buena, hice algo como sopa o otra comida. En casa, cuando hubo alguien tocando, fui a ver y vi una mujer y puse la mano sobre ella y dije “Que Dios los bendiga.” Para mantenernos calientitos, todos nos durmimos en el colchón. En la noche de Navidad, dije una historia mientras estaban todos en lado de mi. En navidad, mi viejo me sorprendió y me dio un regalito.

Cajas de Cartón Capítulo 5: El Ángel de Oro

Perspectiva de Mamá
          En Corcoran, me gustaba mirar el pez dorada como a Francisco. Ese lunes, di la bendición a Francisco y camino para la escuela que estaba cerquitas. En Corcoran, después de que haya pasado en Tent City, me sentía refrescada porque estábamos en otro lugar. Mi humor y presencia se sentía más calmada y no estaba apurada tanto.